¡Adiós pastor loco!

martes, 14 de octubre de 2008 9:28 Publicado por No nos predicamos a nosotros mismos
Buen blog que acabo de encontrar. Agudo, incisivo y atrapante, así es como defino este blog de Z + 1 de donde extraje este artículo. Se los recomiendo urgente. Escribe elzetta.

Estamos de paso… no te conviertas en una estatua de sal. ¡No, por favor!
El predicador está en éxtasis. ¡Cuidado! ¡No lo toquen! La presencia del “espíritu” sacude el ambiente. ¡WOW! La reunión es tremenda (que palabrita religiosa) y el “gran” siervo (que tal contradicción) es el único que tienen tanta “unción” (mientras más grita más unción tiene) que de un tirón de brazo puede desaparecer todo el auditorio. ¡No refutes esto! ¡Dios está allí porque sino, no hubiera tanta gente aglomerada! La revelación profunda está cayendo. ¡Qué palabra señores! “Y Dios te puso en esta tierra para que seas rico, porque eres hijo de un Rey”. La gente salta y grita mientras el piano cómplice suena sospechosamente desde el fondo en notas menores, el predicador arremete: “Te lo tengo que decir. Dios me dijo que te lo dijera: ¡Tú eres un campeón! ¿Lo entendiste? ¡Tú eres un campeón! Nuestro Padre te quiere prosperar!”. ¡Esto es una explosión! ¡Casi avivamiento! ¡Atmósfera! Damas y caballeros, la gente corre y la función es sublime. “Yo sé que mis hijos serán ricos, porque tienen a un padre que también es rico… sólo visiona la casa, el auto, la carrera, la mujer que quieras porque Dios conoce tus deseos más íntimos. No le pongas límite a tu fe. ¡No limites a Dios! Yo no lo limité y ves… tengo una gran casa, varios autos, mis hijos van a buenos colegios, me voy de crucero con mi esposa y nada me falta, porque con Cristo lo tengo todo… ¡Aleluya!”. Y como es de esperar, en ese mismo instante “ungido”, todos los asistentes quieren la vida y el ministerio del pastor y no la de Jesús. ¡Qué palabra! ¡Que tal evangelio del hombre que hoy nos venden en el nombre de Dios! ¡Cuánta frescura a costa de la Biblia cuando ella asquea este circo beat!

La enseñanza alucinatoria dice como postura que como hijos de un Rey todo nos tiene que salir en nota 20 y que estamos aquí en la tierra para ser prósperos y exitosos porque somos luz y sal de esta tierra. Hoy importa un bledo lo que la Biblia afirme, sino lo que el pastor loco diga. Y las masas corretean detrás de una mentira que aparenta verdad, se refugian en estos expertos del manipuleo y el background, la extravagancia espiritual y lo asombroso de su show que nos pone el corazón a querer tenerlo todo aquí y ahora. Pero la Biblia machaca otra cosa. Pablo siendo consagrado fue azotado y acabó en prisión. Juan el Bautista perdió la cabeza por decir la verdad. Pedro y su esposa murieron crucificados y el cristianismo mismo fue escrito con la sangre de mártires que aceptaron perderlo todo aquí para ganarlo todo arriba. ¡Ellos vivían para el cielo… no para la tierra! ¡Ellos reconocían que el final de esta vida era el inicio de una vida mejor al lado de Cristo! ¿De dónde sacaron la bazofia de que existimos para ser completamente felices aquí y ahora? A los ojos de Dios, los héroes de la fe no fueron aquellos que enseñaban prosperidad, éxito y poder sino que hablaron con sus palabras y vidas del amor, la fidelidad, el valor, la obediencia, el arrepentimiento y la santidad. Hebreos 11.13, 16 es claro: "Todas estas grandes personas murieron en fe. No recibieron las cosas que Dios prometió a su pueblo, pero las vieron venir en el futuro venidero y se alegraron. Dijeron que eran como visitantes y extraños sobre la tierra... estaban esperando por una mejor nación – una nación celestial. Por lo tanto, Dios no se avergüenza de que lo llamen su Dios, porque él ha preparado una ciudad para ellos".

¡Entiéndelo de una vez! La felicidad total aquí en la tierra no existe. Dios mismo mete mano para que sintamos un toque de insatisfacción, porque las cosas aquí son temporales y nos meteríamos un palo si nos pegáramos demasiado a ellas. Y (pa que lo sepas) no somos de aquí. ¡No podemos ser completamente felices en tierra ajena y extraña sino cuando aterrices gloriosamente en la casa del Padre! Mientras tanto aquí viviremos chispazos de felicidad, dificultades, injusticias, logros y rechazo. ¿Por qué? Porque la tierra no es tu hogar. Sólo estamos de visita o de pasada como extranjeros, peregrinos y visitantes raros. Pedro escribió: "Si llaman a Dios su Padre, vivan su tiempo como residentes temporales en la tierra" (1 Pedro 1.17), y Pablo dice hablando de los no creyentes: "En lo único que piensan es en esta vida aquí en la tierra. Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, donde vive el Señor Jesucristo" (Filipenses 3.19-20). Aquí manda la Biblia y no un pastor loco sumergido en sus ambiciones terrenales camufladas y disfrazado de piedad, que predica al gusto del cliente e hipnotiza cerebros. No estamos aquí para ser prósperos, exitosos y poderosos como un fin, ni siquiera para enseñar eso, sino estamos aquí para anunciar las virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. Para hacer su voluntad. Como dice Rick Warren: “La vida abundante en Jesús no tiene nada que ver con la abundancia material, y ser fiel a Dios no garantiza el éxito en una profesión o incluso en tu llamado”.

Los verdaderos discípulos de Jesús saben que la vida no es aquí y ahora. ¡Ellos viven haciendo tesoros en el cielo! Mientras vivas esta verdad dile chau al estrés de querer tenerlo todo aquí. C.S. Lewis dijo, "Todo lo que no es eterno es eternamente inútil." Ya no ensucies tu corazón y apúntate con nosotros para decir: “¡Adiós pastor loco… yo sé en que creo! ¡Yo creo en la Biblia!”.

2 Corintios 4.18 NIV
"Fijamos nuestros ojos no en lo que se ve, sino en lo que no se ve. Porque lo que se ve es temporal, pero lo que no se ve es eterno."

Que Jesús revolucione tu fin de semana,

elzetta

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